viernes, 3 de octubre de 2008

La Vane

Imagen de la red


La Vane es la novia de mi vecino, el Juaki, y mi novia dice que viene en bragas a pedirnos sal, o vasos limpios porque los suyos están todos en el lavaplatos. La Vane dice que no son bragas que es un short y un top ajustado. Para mi novia, ya digo, bragas y sostén.

El Juaki y la Vane han hecho una pequeña reforma en la casa y la Vane se ha quedado con los albañiles para supervisar y por si querían algo. Mi novia dice mírala y yo la miro y las tetas de la Vane no se salen por encima del top ajustado porque porque..., bueno no sé por qué, no me explico como no se le salen los melones, debe llevarlos pegados o algo, imagino que los albañiles deben pensar lo mismo. Es verdad que los shorts de la Vane son especialmente parecidos a las bragas del resto de las mujeres con dinero para lenceria.

La Vane también viene de vez en cuando con el cuerpo liado en una toalla para la cara, recién salida de la ducha, a pedir tabaco porque le gusta fumarse un cigarro mientras se le seca el pelo y ya no va a bajar a comprar así liada en una toalla. Mi novia piensa que por qué no, que se le ve menos que con su ropa de diario.

A la Vane también le gustan las transparencias, no, en el pelo no, como se estaban imaginando, sí, en la ropa. Eso de la camiseta debajo no entra dentro de su idea de la moda o algo así, y va como las chicas de la pasarela cibeles. Por supuesto, la Vane no sabe lo que es un sujetador, o los usa de top, no debajo de las blusas transparentes.

Ustedes estarán pensando que la Vane es motivo de discusiones acaloradas entre las parejas de la vecindad. Ya sé, ustedes estarán pensando que qué pelotazo tener una vecinita como la Vane, que es una fantasía erótica de cualquier hijo de vecino con fantasías eróticas, algo así como la tentación vive arriba y la Marilyn y todo eso. Pues tienen ustedes un problema con la realidad.

Su problema es que ustedes no han visto a la Vane. El problema con la realidad de la Vane es que no se ve reflejada en el espejo como la vemos los demás. La Vane no está buena. La Vane no es guapa. Ni siquiera es de esas chicas que tienen un no sé qué que son atractivas. No. Tampoco es simpática. No tiene una conversación inteligente. No sabe ser morbosa, ni mira con deseo contenido ni nada de eso. Como se diría en Cádiz, la Vane ná de ná.

Las demás mujeres del vecindario miran a la Vane como se mira a una chica hortera y gris. Y los hombres del vecindario tratamos a la Vane como se trata en esta ciudad a los "picaítos" (sí, esa gente que tiene una marea menos). Pero quizás en esta ciudad todos tengamos problemas con realidad.

PD: Por si no se lo han imaginado, la de arriba no es la Vane.

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