miércoles, 20 de febrero de 2013

Caperucita. El ejercicio de introducción a lo imaginario.

Pongo en la pizarra una lista de cinco sustantivos concretos que los niños me van diciendo: voy eligiendo los que menos tienen que ver entre sí (bombilla, raqueta, silla, perro...), siempre sale alguno que tiene que ver con la clase claro, pizarra.

Después hago una división en la pizarra y pongo otros cinco sustantivos abstractos que me van dictando, dependiendo del nivel explico de nuevo o no lo que son sustantivos abstractos: alegría, amor... Elijo siempre alguno con connotaciones más negativas: tristeza, vergüenza...

Les pido que elijan una palabra de cada columna y la junten, bombilla y alegría por ejemplo: bombillalegría. Les pido que escriban la palabra con mayúscula porque es un nombre propio, es el nombre del país que tienen que describir en el cuaderno: Bombillalegría.

¿Cómo? Yo no sé. Eso cómo se hace.

Tenéis que describir el país, decir cómo es su paisaje, cómo son sus habitantes y cómo son sus casas. Por ejemplo en el país de Bombillalegría siempre luce el sol, no hay noche y el sol es un gran foco amarillo. Los habitantes de Bombillalegría viven en casas que son como lámparas y ellos tienen cabeza de bombilla, algunos como bombillas de bajo consumo. Se vuelven de colores según sean sus sentimientos aunque normalmente están alegres y son de colores muy vivos.

Cuando ya tienen el país descrito en el cuaderno les pido que pongan si hay rey o presidente, reina, princesa o presidenta, y les pido que le pongan un nombre. Tienen que coger su propio nombre de pila y desordenar las letras. Por ejemplo, yo me llamo Juan José y mi rey podría ser Jaunsejó III.

Cuando terminan el ejercicio les pido que escojan dos palabras de la columna de los abstractos (vergüenzamor) y describan otro país. Esta vez el rey será desordenando las palabras del apellido.

Esto es lo que deben tener en el cuaderno.

El trabajo que deben entregar en dos semanas es una historia de 500 palabras situada en los países que se inventaron que tenga el siguiente esquema:

El rey del primer país llama a A
A debe ir a ver a B (que está en el segundo país)
A por el camino se encuentra con C (el malo)
C engaña a A (o lo derrota, o lo encarcela, o le rompe la moto)
C va a ver a B y lucha con él
C derrota a B y toma el poder
A sale del lío en que C lo metió
A va a ver a C (que está donde tenía que estar B)
A derrota a B
A se convierte en el HÉROE
Fin.

¿Eso qué es? Eso es muy difícil. Yo no sé hacerlo.

En realidad es la historia de Caperucita o de La guerra de las galaxias, pero en vuestros países.

¿Entonces si yo busco un cuento en internet vale? ¿y si yo cuento la historia de Caperucita vale? 500 palabras es mucho.

La tenéis que situar en vuestros dos países. Si no está en vuestro país no vale y yo sabré que la habréis copiado. 500 palabras no es mucho y por eso os doy dos semanas para que la hagáis.

jueves, 7 de febrero de 2013

De la educación

He visto el programa de Jordi Évole sobre educación y en principio me pareció un poco simple. Sobre todo el análisis de la educación en España. Con todo, estoy de acuerdo en muchas de las cosas que se dijeron, pero que creo que fueron pocas y las que fueron no estuvieron suficientemente explicadas. Desde luego, lo de que no pueden cambiar las leyes sobre educación cada cuatro años está tan claro que no necesita ningún tipo de explicación, es algo lógico.

La comparación de la educación con Finlandia me pareció que no había lugar. La sociedad finlandesa es completamente diferente. Pero claro, uno no puede evitar que se le pongan los dientes largos. Tampoco puede uno evitar pensar que hay cosas que uno podría aplicar también aquí. Pero no todo. Y algunas de las cosas que se dijeron... Lo de la nota mínima por ejemplo. No se explica cómo se elige la nota. En España, o en Andalucía al menos, la nota de corte no tiene nada que ver con lo difícil que sea la carrera sino con la gente que solicita entrar en ella. Así hay carreras muy difíciles cuya nota mínima es un cinco. Y hay carreras cuya salida laboral es jugosa y tienen nota de de corte de nueve.


En fin, yo veo como mis compañeros de claustro se preocupan día a día por que los chicos aprovechen las clases y por ver cómo mejoramos. Pero también los veo día a día quejarse. Quejarse del número de alumnos por clase, quejarse de la cantidad de papeleo que tienen que hacer, de la cantidad de horas lectivas (de clase con los alumnos), de los medios limitados.

Bueno dijeron que en un claustro de 86 profes, 15 eran de apoyo. Eso en secundaria, en Andalucía, es impensable. Del mismo modo que parece impensable que la sociedad esté tan implicada en la educación como lo está en Finlandia. Es impensable de momento. Pero las cosas empiezan a cambiar a partir de las preguntas, y a partir de buscar respuestas.

En fin, el camino será largo, aunque al menos creo que ya dimos el primer paso.