sábado, 10 de mayo de 2008

juanjoZen

"No hay nada en este mundo
a lo que te puedas aferrar.
Pero ¡qué difícil es soltarse!"

Robert Allen: Mil vias hacia el Zen

Dicen que cuando uno sabe el sentido de un Koan va a su maestro y su maestro le dice si ese es el verdadero sentido o no, y que si uno va a su maestro para saber si ese es el verdadero sentido del koan es que tiene que seguir pensando en él. Este parece sencillo de desentrañar, pero como todos...

5 comentarios:

Beatriz Montero dijo...

Se me han liado las neuronas. Qué lío. Esto del zen es una comedura de tarro.

LUCIA-M dijo...
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LUCIA-M dijo...

Perdona los errores gramaticales. Cambio de teclado (tenia una configuracion mágica).

CoprofagiaRosa dijo...

Yo creo haber entendido que si realmente conoces algo, no tienes por qué preguntar a alguien para verificarlo. En este caso, se podría decir que si no estás seguro, es que no lo conoces lo suficiente.
Por otro lado, tampoco nos podemos aferrar a la opinión de otra persona, ya que, al fin y al cabo, todos somos humanos y podemos errar. Además, ¿es más real la verdad del maestro que la de uno mismo?

Juanjo Merapalabra dijo...

Lucia es muy bonito eso que dices, aunque se lea regular con el teclado jejeje, pero no deja de ser bonito.

Claro que yo no soy ningún maestro zen, ni siquiera soy un buen practicante de zen, así que no sé si tiene razón Bea y esto es un lío, si ese texto poético de Lucía o si esa lógica de rinoa.

Rinoa en cualquier caso imagino que cuando uno elige un maestro es para que le muestre una puerta o un camino, el modo de caminarlo es responsabilidad del alumno. Bueno es una hipótesis como la tuya porque en realidad no conozco a ningún maestro zen.

Bienvenida al Blog Rinoa estás en tu casa.