martes, 22 de abril de 2008

Regreso de Almería

















Ya volví de Almería, me ha costado recuperarme del viaje de ida y de vuelta. Claro, para venir decidí por la costa, y no dejé de impresionarme por los distintos mediterraneos hasta Algeciras. Los cuentos estupendos, aunque no es este el espacio de la biblioteca que yo hubiera elegido para realizar la función, la verdad es que salió a pedir de boca, se nota que no es la primera vez que imaginan de la mano de un narrador, y los padres también encantadores. Pero lo que digo, estos asientos son un poco altos para los niños, que acaban de pie para ver mejor.

Por cierto es la única pega, porque la verdad es que es un salón de actos espectacular, además tenía piano de cola, y mesa con sillas, y atril, menos mal que todo se podía desplazar.

Este viernes vuelvo a Barbate (los maestros hablaron bien de mi, habría que decirle a mi madre que alguien habló bien de su niño), esta vez para los niños de las pedanías.

Y el sábado voy a Huelva, no me digáis que no estoy haciendo chica Andalucía en una semana.

En fin, que os pongo los espacios vacíos que son los más íntimos para el narrador, son algo así como una estación de tren o un aeropuerto, se espera para viajar, en este caso con la imaginación del público. O quizás sean paranoias mías, no sé. Ahí, en el espacio vacío se unen el vértigo, la emoción, la disciplina, las dudas, la soledad..., algunas cosas se vienen al encuentro con el público y otras se quedan sólo para el espacio y para mí.

No hay comentarios: