sábado, 14 de marzo de 2009

Expericuento del jueves pasado


Es arriesgado y por tanto sólo se debería realizar si uno confía en el público. Tampoco se debería realizar si uno se siente bloqueado o no especialmente aventurero.

Se trata de hacer un cuento sin red. Le explicamos al público que este cuento no saldría como si lo hubiera pulido Cervantes o lo hubiera escrito Chejov. Se trata de darle al público la posibilidad de cambiar el cuento mientras se está contando.

Le pedimos al público que fuera malo. Perverso.

Hablamos de los estilos o tipos de cuentos que existen y les ponemos ejemplos para estimular su imaginación y su recuerdo: irónicos, humorísticos, de terror, de animales, pornográficos, eróticos, policiacos...

Tenemos una pelota hecha de papel y precinto en la mano. Aquel al que le caiga la pelota debe elegir el estilo con el que empezará el cuento. En un momento dado la pelota se vuelve a lanzar y el estilo volverá a cambiar. Así hasta cuatro veces. El cuarto, elegirá el estilo con el que termina el cuento.

En este caso era un cuento contado entre dos: Alfonso y yo, pero también se puede hacer con un solo narrador. Cada vez que se lanzaba la pelotita, el que seguía contando era el otro narrador, de este modo la sorpresa, la inmediatez y el riesgo aumentan, porque se tiene menos tiempo para pensar y te obliga a estar siguiendo toda la historia desde el punto de vista del narrador y en cierto modo, también desde el punto de vista del público.

Se lanzó la pelota. Una chica dijo: Irónico. Alfonso empezó a contar una historia de una ama de casa que levantaba a los niños, al marido, y les ponía el desayuno por delante, mientras tanto la radio de la cocina sólo daba noticias buenas (no hay paro, la gente se abraza por la calle, los políticos son honrados...) Se vuelve a lanzar la pelota.

Un chico dice: terror. Sigo contando yo. Llaman a la puerta cuando la mujer está sola haciendo las tareas de la casa y un joven atractivo la enamora. La historia de amor sigue hasta que él la invita a pasear por la playa, la historia la coge Alfonso para contar como el joven se transforma en lobo cuando sale la luna, y justo en el momento en que la tiene cogida con las garras en el cuello soltándole el aliento en plena cara. Se lanza la pelotita.

Un chico joven le quita la pelota a la novia que no para de reirse y dice: sadomasoquismo. Ella le da un empujón al lobo se le desgarra la blusa y deja ver su ropa interior de cuero, y le dice ¡lobito malo! saca la fusta y..., cuando la punta del tacón de ella está en las costillas del lobo que gime de placer se lanza por última vez la pelota.

Una mujer dice: superhéroes. Ella no volvió a ver al lobo pero su semilla quedó dentro y tuvo un hijo aparentemente normal, cuando salía la luna se convertía en lobo, pero como ella le había educado tan bien, no se dedicaba a comerse a la gente sino a salvarla con sus superpoderes de lobo. Y colorín colorado.

Esto es lo que salió, la gente estaba bien, nosotros nos lo pasamos bien, y todos disfrutamos del juego. Pero ya digo que es un experimento sin red, también pudo haber salido regular, incluso mal, aunque entonces, tal vez no lo hubiera posteado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

não sei se por aí existe a brincadeira, mas quando eu estava na escola secundária (uns 10, 12 anos de idade) a gente, quando a aula estava entediante, escrevia uma frase num papel e passava adiante dobrado. A pessoa que recebia tinha que continuar a história sem saber do que se tratava. Geralmente ao final, quando se lia, surgia um relato com tudo junto que você conta: ora irônico, ora romantico, ora sacanagem pura!
O que a imaginação humana não é capaz de fazer quando a aula é chata...
besos