miércoles, 11 de febrero de 2009

Historia de dos motas de polvo


Imagen de la red


Se conocieron en un bar. Esa noche no se cumplieron los sueños pero quedaron. Fueron al cine. Cenaron. Hablaron. No hubo coincidencias pero repitieron.

Pasearon. Se llamaron. No había conexión. Se acostaron. El sexo era mediocre pero se habituaron. Se hicieron novios.

No se les despertaron las esperanzas pero se fueron a vivir juntos. Convivieron. Cocinaron al microondas. Se aceptaron. No descubrieron más colores que el conocido gris pero perseveraron.

Decidieron no tener la alegría de los niños por si también daban tristezas. Pasó el tiempo. Envejecieron.

Y un día, en que tampoco se escuchaba el rumor del mar, se buscaron mirándose a los ojos. No se les reflejó el alma y siguieron sintiéndose solos.

Enfermaron. Agravaron. Murieron.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

todavia no sé si no sera mejor estar así: juntos pero separados. Mejor que estar solo en esta vida, solo de todo. No creo haver cosa pero en este mundo do que no tener nadie cerca.
Pero no sé con certeza. No sé con certeza nada.

Anónimo dijo...

Estoy con Usted. No sé qué sería peor. Tal vez ese estar con alguien "que no es" imprima una desesperanza, mientras que cuando no estás con nadie tienes alguna de encontrar a alguien que te haga respirar fuerte y luego contener la respiración un momentito.

A veces pasa.

Pocas veces se coincide.

Qué asco de amor, oiga. Estoy ya un poco aburrido, yo.

Haldar dijo...

dicen que mejor solo que mal acompañado. Pero nos empeñamos en no estar solos y preferimos estar mal acompañados. Que tristeza!

Beatriz Montero dijo...

Hubiera sido peor si por el camino se encuentran con un tercero traidor, el plumero.