sábado, 2 de julio de 2011

Demasida realidad

imagen de la red


Muñecas de viento sobre mi cabeza
lloverán razones y yo
durmiendo en los pezones de la imaginación
estoy desarmado de claridad,
no tengo
escudos argumentales.

Puedes desollar mi piel de gallina
y comer mi corazón esperanzado:
son un buen bocado
para la lógica con que me miras.

1 comentario:

Enrique Páez dijo...

Este poema me gusta. Hay que recuperar la poesía, ahora que ya tenemos tantas cosas perdidas (y tantas ganadas) :-)